lunes, 22 de febrero de 2010

Fervientemente Sentimental

En este tiempito que te tengo lejos, es inevitable ponerme a pensar en vos (no sólo porque te extraño, sino también porque si te tengo al lado, no voy a perder el tiempo en nada que no implique besarte) y en todas esas pequeñas cosas, detalles, que te hacen único y especial.
No son particularmente "relevantes", pero creo que son la razón escencial por la que no puedo -ni quiero- imaginar mi vida sin vos.
Son cosas como, por ejemplo, la forma que tenes de poner tus brazos al rededor mío y hacerme sentir chiquita y segura, o como entendes perfectamente lo que me pasa y lo que estoy pensando sin que tenga que decirlo, o como me haces reir cuándo estoy triste y me acompañas en los momentos difíciles... Cuándo te reís de mis boludeces y me ayudas a darme cuenta si me equivoco, o cuándo me mirás y me veo reflejada en tus ojos, o cuando me das un beso y siento que es el mejor beso que me dieron.
A veces hasta me da miedo pensar que sos exactamente el tipo de hombre que hubiese elegido para tener al lado, en todo sentido, o que fuiste sacado de mi mente justo como te imaginé.
Jorge Drexler lo dijo clarísimo en uno de sus clásicos: "Basta ver el reflejo de tus ojos en los míos como se lleva el frío, para entender que el corazón no miente que afortunadamente me haces bien"
Vos, a mí, me haces bien y por eso TE AMO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario