Al no poder decirte todo lo que me pasa (no por falta de ganas), entendí que lo ideal sería vivir con lentes oscuros. Noche y día, en interiores y exteriores, todo momento con lentes de sol oscuros, porque descubrí que la mirada me delata.
Aparentemente es tanto lo que me estoy guardando, que las palabras se filtran por mis ojos y te llegan a vos como un mensaje confuso que necesitás decodificar.
"¿Qué pasa? me estás mirando raro..." me decís ingenuo. Si tan solo supieras...
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