Para aquellos que no lo saben, les cuento que el año entrante me toca elegir la carrera que cursaré en la universidad. Muchos sufren este momento de deciciones, porque aún no saben qué es lo que buscan para su vida adulta. No es mi caso.
Yo tengo perfectamente claro hacia lo que aspiro y, aunque muchos digan que mi meta es muy amplia y lejana, es mi gran motivación en muchos aspectos de la vida. Yo padesco la elección desde otro punto de vista: aunque sé a dónde quiero llegar, no termino de entender cuál es el mejor camino a transitar para llegar a mi objetivo.
Es por esto, que decidí enviar esta batalla interna al ciber-espacio, donde tal vez pueda encontrar una postura u opinión que me ayude a tomar una determinación.
Mi disputa comienza en el momento que me di cuenta que yo quiero generar cambios en aquellas cosas que, según mi (por ahora) humilde mirada, están mal. Creo que las sociedades son la base de la humanidad, y por eso, aspiro a poder algún día, generar algún tipo de modificación en ellas. Pero para esto, necesito primero llenarme de las herramientas necesarias para entender tanto a las sociedades en sí mismas, cómo a los motores del cambio más eficaces.
Es así que surge mi problema:
Una mitad de mi interior sostiene: "Pero claro, si vos querés modificar algo, tenés que hacerlo mediante la economía, porque es la base de cualquier sociedad. Ningún Estado puede desarrollarse o auto-abastecerse sin una economía estable."
Y la otra parte le responde: "No, para modificar las cosas, la mejor herramienta es la política, porque es la que incita los demás cambios."
Debo confesar que, ultimamente, gran parte de mi persona se estuvo inclinando más para el lado de la economía (que, por supuesto, está representada en la carrera de economía en sí misma), pero el lado que apoya lo político y que cree que lo mejor es estudiar Derecho, sigue teniendo mucho peso.
Les dejo entonces esta balanza, para que le agreguen contenido que pueda inclinarla hacia alguno de los dos lados.
Esperemos que a la brevedad pueda ya contarles mi veredicto final (aunque, por suesto, nunca voy a descartar la opción de cambiarme de carrera si no me gusta lo elegido).